Un típico viaje en buseta comienza con el bus parando para ser abordado por damas, niños y hombres de la tercera edad. Si el candidato a pasajero es del sexo masculino y joven, el chofer apenas disminuye la velocidad para permitir el abordaje "al vuelo". Hay paraderos pero usted puede tomar el bus en cualquier lugar. Apenas extienda su mano. Algunos mas ágiles lo hacen sin dar la señal...
Los primeros minutos del viaje exigen paciencia, pues el bus anda a 5 o 10 km/h, casi parando. Usted podrá pensar que tal velocidad, o lentitud, es para facilitar que el chofer termine de degustar el encebollado (*) que lleva en una tarrina entre las piernas, bueno si, puede ser en las primeras horas de la mañana. Pero la causa de la lentitud es otra. Despues de haber desayunado el chofer continua la marcha fúnebre... hace una llamada o dos, lee mensajes en su celular, envía otros. El radio, a todo volumen, berra una música de gusto inversamente proporcional al volumen.
Después de algunos kilómetros, el conductor acelera y alcanza la velocidad de crucero. El viaje transcurre entonces con relativa normalidad, aunque a veces, usted tendrá la sensación de estar participando de una carrera, y lo es, el chofer compite con buses de otra lineas para coger más pasajeros. Algunos ecuatorianos son relativamente corteses: ceden su lugar a mujeres y personas mayores. Otros, más jóvenes no lo hacen ni aún a personas de la tercera edad.
De repente, tomado por un súbito arrobo de prisa el chofer pisa a fondo, acelera todo lo que el motor permite y empieza una desesperada carrera contra el tiempo. Como si su vida dependiera de esa carrera mortal, el chofer lleva el bus de izquierda a derecha, de diestra a siniestra, zigzagueando entre los otros carros. Algunas personas en la calle intentan detener el bus extendiendo la mano, pero en vano. Son ignorados solemnemente y solo les queda ver la buseta pasar como alma que lleva el diablo. Si alguien desea bajarse, le será concedido, a regañadientes, algunos milisegundos para lanzarse fuera del bólido. Con suerte a algunas cuadras antes o después de lo deseado.
La desenfrenada carrera continua por algunas cuadras, los pasajeros, se agarran firmemente para no caer. El transito congestionado no permite rebasar, el chofer intenta de um lado, acelera por el otro, frena, acelera, frena de nuevo, pero es inútil la luz roja del semáforo ha detenido el transito y nuestro piloto vocifera, esta vez contra los choferes que se atrevieron a parar en el semáforo en rojo.
Al ver que no puede continuar rodando, de repente, como quien va a sacar el padre de la horca, el chofer se eyecta de su asiento, vuela entre los carros que esperan el semaforo, corre por casi una cuadra e introduce una tarjeta en un reloj. Un reloj de esos que hace décadas se usaba para controlar el horário de los trabajadores. Nuestro piloto-corredor vuelve a la buseta y la marcha fúnebre recomienza.
¿Porque? ¿Cómo se explica un comportamiento tan bizarro?
La base de ese absurdo en el sistema de transporte está en la ley.
Hablaré sobre esto en otro post.
Hablaré sobre esto en otro post.
(*) El encebollado es un plato típico ecuatoriano originario de la región costa, muy probablemente de las provincias del Guayas y Manabí. En términos simples, el encebollado es un estofado de pescado que contiene yuca y cebolla colorada incurtida. El jugo (caldo) del encebollado es elaborado con tomate, condimentos como el "ají" y otras especies. Generalmente, el pescado utilizado para preparar el encebollado es laalbacora, aunque también se suele utilizar atún, picudo u otros. (Wikipedia)
Querido, casi me muero de la risa, todo eso puede pasar dentro de una buseta ecuatoriana???kkkkkkkkkkkkk
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